Liderazgo situacional
Desarrollar capacidad de liderazgo situacional
Las nuevas organizaciones y sus dirigentes deben desarrollar líderes capaces de crear y transformar contextos organizativos retadores y atractivos. Los líderes de hoy han de poder crear en su organización una ventaja competitiva y de valor añadido, tienen que ser conscientes de los cambios, y se han de adaptar lo mejor posible modificando su forma de funcionar, para mejorar su efectividad, productividad y competitividad. Deben darse cuenta de que para lograrlo su mejor recurso es el capital humano, es decir, sus colaboradores. Los colaboradores demandan un puesto de trabajo que les permita sentirse bien y realizados con lo que hacen, que sea coherente con sus valores personales, que pueda compatibilizar su vida personal con la profesional, etc.
Conseguir este estado facilita tener empleados felices en las organizaciones y, a su vez, más productivos, más comprometidos, más fieles. Para conseguir esto es básico saber gestionar el capital humano de la empresa, y no sólo sus competencias verticales (lo que saben hacer a nivel técnico o laboral); sino también sus competencias transversales.
Las competencias transversales son características de la persona, entran en juego cuando responden a una petición del entorno organizativo y se consideran esenciales en el ámbito laboral para transformar un conocimiento en comportamiento.
El coaching se ha revelado como la herramienta adecuada demandada por los directivos para abordar situaciones de incertidumbre, miedo, falta de compromiso, riesgo, estrés, y aplicar el tipo de liderazgo según la situación presentada.
Un buen líder es el que inspira a lograr los resultados de un equipo, no importa si se encuentra en una empresa o en un equipo de futbol. Es la bujía inspiradora para lograr resultados. Un líder que oriente, guíe, inspire y motive a cumplir con los objetivos de la empresa, tendrá éxito.
Cuando un líder confía en su gente, en su trabajo, les da la posibilidad de generar ideas. La verdad sobre el liderazgo hoy es que se debe considerar al líder como un desarrollador, no como un controlador de sus seguidores. Impregnarle la pasión de amar lo que hacen, que se apasionen con su trabajo y celebren los logros. El líder hace que el trabajo sea divertido, lo puede lograr, no hay duda. El desafío es transformar a los colaboradores en un conjunto equilibrado capaz de sostener una acción unificada y cooperativa.
Estos líderes impactan significativamente a las organizaciones. La única manera de lograr resultados de un equipo es lograr tocar su corazón y comprometerlos en el camino. Que aprendan de sus errores y continuar con más ahínco y esfuerzo para lograr las metas. Un equipo inspirado, apasionado, perseverante, es el mejor activo de una empresa.